Me encanta usar yogur en mis postres. Solemos consumir este producto tal cual, pero la verdad es que se pueden hacer muchísimas recetas usando este producto tan indispensable en nuestra dieta.
En esta ocasión voy a usar el fantástico yogur natural de leche de cabra de Postres Goshua. Muchas veces asociamos la leche de cabra a un sabor fuerte. Pues bien, el yogur de cabra de Goshua es toda sutiliza: tiene un sabor muy suave, nada fuerte, y una textura ligera y muy cremosa. ¡Además es muy digestivo y tiene propiedades únicas!
Ideal para usarlo en el postre de hoy: ¡un Cobbler! El Cobbler, primo del Crumble, es de origen anglosajón y se compone de una capa de fruta (suelen ser frutos rojos – yo en este caso he usado fruta de temporada) cubierta por una masa cuya textura se asemeja a la de los Scones. En este caso, he preparado una masa con el yogur de cabra de Goshua para darle ligereza y textura.
Es un postre sencillo y completo, ideal para un desyuno dominguero de verano.
Ingredientes
(para un Cobbler de 24 cm de diámetro)
Para la capa de fruta
- 8 albaricoques maduros (según tamaño)
- 4 de ciruelas rojas maduras (según tamaño)
- 3 paraguayas maduras (según tamaño)
Para la masa de Cobbler
- 200 g de harina todo uso
- 50 g de coco rallado
- 80 g de azúcar
- 120 g de yogur natural de leche de cabra de Postres Goshua
- 90 g de mantequilla fría
- 3 g de levadura química (o polvo de hornear)
- 1 pizca de sal
¿Cómo se hace el Cobbler?
Preparamos la masa de Cobbler
En un bol grande, juntamos la harina y la levadura previamente tamizadas, el coco rallado, la sal y el azúcar. Mezclamos.
Añadimos la mantequilla fría cortada en dados pequeños y trabajamos la masa con la punta de los dedos hasta obtener una masa arenosa.
Añadimos el yogur de cabra de Postres Goshua y amalgamos hasta obtener una masa más bien blanda. Si hiciera falta (es decir si vemos que la masa está demasiado blanda y pegajosa), vamos añadiendo un poco más de harina, pero sin pasarnos.
Formamos un disco, lo envolvemos en papel film y dejamos reposar la masa 1 hora en la nevera.
Preparamos la fruta
Lavamos los albaricoques y las ciruelas, los cortamos en dos en les quitamos el hueso central. Los vamos colocando en la fuente, boca abajo (la parte abombada hacia arriba).
Pelamos las paraguayas, las cortamos en trozos y vamos rellenando los huecos.
Nota: es preferible elegir fruta madura para que nos aporte dulzor. Si a la fruta que habéis elegido le falta maduración, podéis saltear la fruta previamente cortada con un poco de mantequilla y azúcar antes de colocarla en la fuente.
Guardamos la fuente de fruta en la nevera mientras reposa la masa.
Montamos el Cobbler
Encima de la superficie de trabajo previamente enharinada, extendemos la masa de Cobbler con un rodillo hasta conseguir un grosor de unos 5 mm.
Nota: usad harina para extender la masa. Se puede calentar rápidamente y ablandarse, sobre todo en verano.
Cortamos discos de masa con la ayuda de un cortapastas y los vamos colocando encima de la fruta hasta cubrir toda la superficie.
Horneamos el Cobbler en un horno precalentado a 180 ºC (con aire y calor arriba y abajo) durante 30 a 35 minutos hasta que la masa esté hecha y doradita.
Podemos degustar este postre templadito o frío, acompañado con yogur natural (de cabra de Postres Goshua, ¡por supuesto!).
Marga dice
Vaya, curioso, me gusta y lo probaré seguro
Gourmétier dice
¡Espero que me cuentes si te ha gustado!
Luisa Valbuena dice
Hoy mismo hice tu crumble de frutos rojos que siempre sale buenísimo. Enseguida probaré este . La verdad es que tiene una pintaza
Gourmétier dice
Gracias Luisa. Ya me contarás, ¡espero que te guste!
Ángeles dice
Buenas tardes. Se puede cambiar la harina por harina de almendra. Gracias.
Gourmétier dice
Hola. Es cuestión de probar. No lo he hecho nunca, pero ¿por qué no?. Ya me contarás.