Hasta los 17 años, mis padres, mis hermanos y yo vivíamos en un pueblo pequeño del sureste de Francia llamado Saint-Christol. Este pueblo es conocido, entre otras cosas, por su tradición vinícola que, al parecer, se remonta a la época romana. Algunos años, cada mes de septiembre mi madre salía temprano a vendimiar. Volvía dolorida y con las manos manchadas, pero disfrutaba mucho con su grupo y, de vez en cuando, traía a casa cajas de uvas frescas que sabían a gloria. La verdad es que no he vuelto a comer uvas tan sabrosas y tan dulces. Los fines de semana, o cuando sobraban uvas, mi madre solía preparar unos clafoutis riquísimos o un cake relleno de frutas de temporada que nos volvía locos a todos.
La receta de esta semana está inspirada en ese cake que hacía mi madre los meses de septiembre y octubre aprovechando la vendimia. Se trata de unos bizcochitos a base de almendra, parecidos a los financiers, rellenos de compota de uvas, higos morados y melocotón.
Para mí, los mejores dulces son los que me llevan a mi infancia. Estos bizcochos esponjosos de la vendimia me traen ecos de meriendas de verano en el pueblo, sentado debajo de la higuera del jardín a la vuelta del colegio.
Madre, esta receta es para ti.
♦ RECETA ♦
Compota de la vendimia
30 g de mantequilla
50 g de azúcar moreno (o panela)
30 ml de zumo de limón
Media vaina de vainilla
Un rácimo pequeño de uva blanca
Un rácimo pequeño de uva tinta
Ocho higos morados pequeños
Un melocotón
Una naranja
Dos rodajas de limón
El zumo de media naranja
Dos cucharadas de extracto de vainilla
Moelleux de almendra
160 g de mantequilla
100 g de azúcar
60 g de almendras en polvo
2 huevos enteros
2 yemas
25 ml de leche
75 ml de nata líquida
110 g de harina de trigo
2 cucharadas de ron
60 g de uvas pasas
Organización:
La víspera: preparar la compota y macerar las uvas pasas
El mismo día: preparar los moelleux y montar el postre
Preparar la compota.
Lavar y pelar la uva, los higos y el melocotón, y cortarlos en trozos. Pelar la naranja y cortarla en gajos. Exprimir el zumo de la media naranja.
En una cacerola, fundir la mantequilla con el azúcar moreno y la media vaina de vainilla cortada en dos a fuego medio. Remover. Cuando el azúcar empiece a caramelizar, añadir el zumo de limón y remover bien. A continuación, añadir la uva y el melocotón. Dejar cocer a fuego medio durante 3 o 4 minutos. Añadir los higos y la naranja y dejar cocer otros 3 minutos. Introducir el zumo de media naranja y el extracto de vainilla, bajar el fuego y dejar reducir durante 35 minutos, removiendo de vez en cuando.
Transcurrido este tiempo, apagar el fuego y colar rápidamente la compota. Dejarla enfriar e introducirla en la nevera.
Verter el jugo en un vaso ancho, añadirle las dos cucharadas de ron y dejar macerar las uvas pasas en este líquido durante toda la noche.
Preparar los moelleux.
Nota previa: todos los ingredientes tienen que estar a temperatura ambiente, inclusive la mantequilla.
En un bol grande, batir la mantequilla blanda hasta obtener la textura de una pomada.
Añadir el azúcar y el polvo de almendras y batir hasta que la mezcla blanquee.
Incorporar los huevos enteros y las yemas y mezclar de nuevo. Verter la leche y la nata, mezclar, y seguidamente las uvas pasas maceradas previamente coladas.
Añadir la harina tamizada, en dos veces, y mezclar enérgicamente para amalgamar todos los ingredientes.
Precalentar el horno a 200 ºC. Engrasar los moldes individuales elegidos y rellenarlos hasta los 3/4. Colocar cuidadosamente en el centro de cada uno una cucharilla colmada de compota empujando hacia abajo y hornear durante 15 minutos.
Cuando estén hechos, dejarlos templar un poco y desmoldarlos.
♦ CONSEJOS Y TRUCOS ♦
- He elegido variedades de uvas de grano gordo y piel gruesa porque se pelan mejor. Si elegís otras variedades de grano más pequeño, quizás no sea necesario pelarlas. Eso depende de vosotros. Personalmente, creo que la piel de las uvas es bastante molesta en una compota porque nunca termina de cocerce del todo. Sin embargo, no les he quitado las semillas.
- No tenía moldes cerrados así que he usado aros de cocina (de 6 cm de díametro y 6 cm de alto). Para que la masa no se desparrame, he aplastado pan de molde con el rodillo, he cortado trozos finos del díametro de los moldes y he forrado la parte inferior de cada molde. Después de la cocción de puede cortar esta parte si se quiere. En caso de utilizar aros, es muy importante engrasarlos bien para poder desmoldar sin problema los moelleux. También valen los moldes para muffins aunque no sean cilíndricos.
- Estos moelleux están deliciosos templaditos con una bola de helado de vainilla.
Rosa Golosa dice
Que cosa tan deliciosa, Silvain! Ya te lo he dicho otras veces pero que encima compartas con nosotros estas bonitas historias hacen que tu blog sea todavia más especial. Muchas gracias. Otra vez!
dulcetradiccion dice
Rosa, ¡además de golosa eres encantadora!
El Oso con Botas dice
Los sabores de la niñez son los que nunca se olvida. Creo que muchas veces de pequeño uno no repara en esas cosas -más de alguno incluso dirá que no le gustaban las meriendas de entonces- y no es hasta que crecemos que añoramos aquellos sabores y los disfrutamos con más intensidad. Gracias por compartir los Moelleux des vendanges.
dulcetradiccion dice
Es verdad que los gustos evolucionan. Pero en este caso, el bizcocho de mi madre me volvía loco y lo recuerdo con mucho cariño. Y me alegro mucho si he conseguido transmitir este sentimiento. Gracias Raúl.
Javier dice
Por eso las mejores croquetas son siempre «las de mi madre». Debe de ser algún tipo de impronta.
militashomisma dice
Sylvain … has conseguido que sienta el aroma y la textura de tu pastelito…Yo no sé qué seríamos sin esos recuerdos «aromáticos de la niñez» Ahora mismo estoy con unas galletitas y un brioche… menos mal que hay que hacerlo de un día para otro que sino paralizaba todo ahora. Gracias de verdad por compartir todo eso 🙂
dulcetradiccion dice
Muchísimas gracias por tu comentario, me hace muy feliz conseguir transmitir estos sabores y aromas.
Anónimo dice
No sólo te transportas tú a la infancia, sino que consigues trasladarnos a los que leemos tu blog. Como de costumbre, me dejas sin palabras y con unas ganas locas de ponerme a hornear…otra vez! 😉 ya sabes que me encanta!
dulcetradiccion dice
¡Qué suerte tengo de teneros como seguidores!
Anónimo dice
Como siempre un placer leerte y compartir. Muac.
dulcetradiccion dice
¡Muchísimas gracias!
Aisha dice
No hay nada como los sabores de la niñez. Este dulce se ve riquísimo. Sin duda una de esas recetas que se queda una con ellas para probarlas en algún momento.
besos
dulcetradiccion dice
¡Gracias Aisha!
cocido de sopa dice
Sylvain, creo que nos has tocado un poquito el corazón de muchos cuando has dices que como los dulces de la infancia no hay ninguno. ¿Por qué será que a pesar de nuestra juventud nos tira lo de años atrás? Como sigamos así, vamos a estar muy insoportables de aquí a unos años, je je je.
Sabrás que también años atrás la vendimia de la uva dio mucho trabajo a muchas familias españolas. Y quien trabaja o ha trabajado el campo sabe lo duro que es.
Pero claro, cuando te ponen en la mesa una delicia como esta, esta es la mejor medicina para olvidarte del cansancio del campo. Cuando da sus frutos, ¡qué reconfortante debe ser!
Sobre las uvas, hoy en día hay una variedad, Vinalopó, que da unas uvas limpias, grandes, con una piel muy fina y sin apenas pepitas. Es muy agradable de comer. Yo no soy fan de la uva, y sin embargo esta me encanta.
Besos y feliz finde.
dulcetradiccion dice
Yolanda, me ha encantado tu comentario. Por la proximidad de aquel pueblo con España, por la época y por la cantidad de viñedos en el sur de Francia venían muchos españoles a vendimiar. Muchos chapurreaban francés y yo siempre intentaba contestarles en castellano cuando me cruzaba con ellos en el pueblo y claro, les hacía mucha gracia y les caía muy bien. Por eso también le tenían mucho cariño a mi madre. Desde pequeño supe que algunas personas tenían que emigrar para buscarse la vida y sustentar a su familia, y eso me ayudó a entender y valorar muchas cosas.
Muchas gracias por compartir tus sentimientos en esta entrada y por mencionar la uva Vinalopó, que no conocía y que voy a buscar enseguida para probarla. ¡Un beso!
Alba dice
Me parece un dulce delicioso!!! De hecho estoy pensando en probar a hacerlo para el cumpleaños de mi pareja. Las cantidades que ponen en la receta ¿para cuantas personas son?
Muchas gracias.
dulcetradiccion dice
Muchas gracias Alba por tu comentario. Para dos las proporciones son perfectas. Salen 4 o 5 con los moldes utilizados en la receta. ¡Espero que me cuentes! Un saludo.
Enrique dice
me parecio lo mas dulce que he visto en mi vida
dulcetradiccion dice
¡Gracias!☺️
Carola dice
Que rica! acabo de ver en facebook que la haces también con maizena, las misma cantidad de harina? Gracias
dulcetradiccion dice
Gracias Carola. Sí, la misma cantidad. Ya me contarás.