Pasta Lumaconi rellena de pisto y mozzarella

¡Qué ganas tenía de publicar una receta de pasta! Hace unos años, subí una foto a mi cuenta de Instagram de una pasta rellena de pisto que tuvo mucho éxito. ¡He tardado un poco en publicarla, pero más vale tarde que nunca!

Yo creo que a todo el mundo le gusta la pasta. Y los que antes no la podían comer, entre otras personas los celiacos, ahora pueden disfrutar de una gran variedad para preparar platos ricos como este.

Receta de la pasta Lumaconi rellena de pisto y mozzarella

¿Nos conocéis aún la pasta Lumaconi? Pues ya estáis tardando. Es una pasta muy agradecida, ya que se puede rellenar de mil maneras. La receta que os propongo a continuación es fácil de hacer y la podeís preparar con antelación para cocerla en el último momento. En esta ocasión os propongo un relleno de pisto y queso Mozzarella, que queda riquísimo y saludable, pero como os he dicho las posibilidades son infinitas.

Ingredientes (para 4 personas)

Para el pisto

• 1 berenjena
• 1 calabacín
• 1 pimiento rojo
• 1 pimiento verde
• 1 cebolla
• 1 zanahoria
• 2 dientes de ajo
• 1 cucharada sopera de salsa de soja
• Aceite de oliva virgen extra
• 1 hoja de laurel
• Tomillo y romero
• Sal y pimenta

Para la salsa de tomate

• 500 de tomate triturado (fresco o de bote)
• 1 cebolla
• 1 diente de ajo
• 1 cuchara de café de pimentón dulce
• 1 cuchara de café de azúcar
• Aceite de oliva virgen extra
• Sal y pimenta

Para la pasta

• 500 g de pasta Lumaconi
• 250 g de mozzarella fresca
• Queso Pecorino para decorar (y/o gratinar)

Elaboramos el pisto

Lavamos bien toda la verdura. Pelamos los ajos, la cebolla y la zanahoria. Cortamos toda la verdura en brunoise y reservamos.
En una sartén honda, calentamos el aceite de oliva y añadimos la verdura picada. La sofreímos bien a fuego medio, removiéndola de vez en cuando para que se haga de manera uniforme. Añadimos las hierbas aromáticas y el ajo picado, y salpimentamos sin pasarnos.

Cuando la verdura esté translucida y blanda (este proceso durará unos 15 o 20 minutos dependiendo del grosor de la verdura), añadimos la salsa de soja, mezclamos bien y dejamos cocer unos 5 minutos más.
Apartamos del fuego y reservamos.

Preparamos la salsa de tomate

En un cazo, calentamos un poco de aceite de oliva. Añadimos la cebolla y el ajo picados, y los sofreímos a fuego medio hasta que queden blandos, pero sin dejar que se tuesten demasiado.
Añadimos el pimentón, mezclamos rápidamente y enseguida vertemos el tomate triturado. Salpimentamos, añadimos la cuchara de azúcar para quitarle acidez al tomate, y dejamos cocer a fuego medio durante 15 o 20 minutos (podemos hacer la salsa mientras se rehoga la verdura). Cuando esté lista la salsa, la reservamos.

Cocemos la pasta

Llenamos una cacerola grande de agua y la ponemos al fuego.
Cuando el agua rompa a hervir, añadimos la pasta y dejamos cocer un poco más de la mitad del tiempo que indica el fabricante. La pasta tiene que empezar a ablandarse pero quedarse un poco dura todavía.

Cuando la pasta esté lista, la escurrimos y la dejamos enfriarse un poquito para poder manipularla.

Rellenamos la pasta

Desmenuzamos la mozzarella y la añadimos a la verdura.
Precalentamos el horno a 180 ºC.
En el fondo de una fuente grande apta para horno, vertemos la salsa de tomate. Si ha quedado un poco espesa, podemos añadirle agua.
Rellenamos la pasta con la verdura y el queso, y vamos colocándola dentro de la salsa.

Cuando toda la fuente esté llena, la tapamos con papel de aluminio y horneamos entre 20 y 30 minutos, o hasta que la pasta esté a nuestro gusto.

El toque del Gourmétier

• Mi idea inicial era hacer este mismo plato con pasta Conchiglioni (ver foto inferior) porque queda muy bonita, pero no sé qué pasa, no la he encontrado en ningún sitio. La pasta Lumaconi queda bien, pero si encontráis la otra mejor. Por supuesto podéis usar la verdura que queráis. Esta pasta queda estupenda rellena de setas rehogadas con un poco de mantequilla, por ejemplo. ¡Las posibilidades son infinitas!
• La doble cocción de la pasta (primero en agua, luego al horno) es una manera de mantenerla entera para que el plato quede perfecto. Además, nos permite gratinar la pasta para darle un toque aún más delicioso. Para que se termine de cocinar en el horno, es importante poner una buena capa de salsa (que la pasta iré absorbiendo( y tapar la fuente para evitar que se seque. Además, cuando colocáis la pasta en la fuente, procurad poner una sola capa para que se termine de cocer de manera uniforme en el horno. Por eso es mejor usar una fuenta ancha.
• Si queréis gratinar un poco la pasta, podéis quitar el papel de aluminio 5 minutos antes de finalizar la cocción, añadir queso Pecorino rallado encima y dejar que se funda, ¡queda deliciosa!