Como algunos de vosotros ya sabéis, mis abuelos maternos y mi madre nacieron y vivieron en Argelia, cuando era colonia francesa. Debido a tantísimas influencias culinarias (árabe, española, italiana, libanesa, etc.), la cocina de mi abuela y de mi madre era muy colorida y con muchos sabores.
Y yo tengo la suerte de haber heredado parte de este legado gastronómico. Mi abuela Marcelle cocinaba de maravilla y siempre nos enseñaba sus trucos, a mi madre y mí. La receta de este tabulé la heredó ella de una buena amiga libanesa que vivía cerca de Argel («Argel la Blanca» como la llamaban ellos); en vez de usar simplemente agua, mi abuela hidrataba el bulgur con una infusión de menta para darle aún más sabor al tabulé. ¡Me encantan estos truquillos! Y también me gusta compartirlos con vosotros. Espero que os guste esta receta sencilla, pero muy tradicional.
Ingredientes
- 200 ml de agua
- 150 g de bulgur*
- 1 cucharada de menta seca
- 1 cucharilla de aceite de oliva virgen extra
- 10 tomates cherries
- 1/2 cebolleta
- 1 limón
- 1 manojo de perejil
- 1 manojo de menta fresca
- Unas ramitas de cilantro
- 1 pizca de canela
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal, pimienta
*El bulgur son granos de trigo cocidos, secados al sol y machacados toscamente. Si no lo encontráis, podéis usar sémola para cuscús, ¡aunque no será lo mismo! El bulgur tiene un toque más crujiente y un sabor tostado que no lleva la sémola de cuscús. Existen dos tipos en el mercado: los que se tienen que cocer y los que se hidratan. Yo siempre opto por esos últimos, siempre lo he visto hacer así a mi abuela. Pasa lo mismo con la sémola de cuscús: antiguamente se hacía al vapor hidratándola poco a poco (mi abuela tardaba horas en prepararla).
Receta paso a paso del tabulé libanés de mi abuela
Preparamos la infusión de menta
Llevamos el agua a ebullición e introducimos la menta seca (usando un infusor de té). Dejamos infusionar durante 10 minutos. Cuando esté lista la infusión, la colamos si hiciera falta.
Preparamos el bulgur
Lo vamos a hacer como lo hacía mi abuela. Colocamos el bulgur en un bol grande.
Si la infusión se ha enfriado demasiado, la volvemos a calentar. Vertemos una tercera parte encima del bulgur junto con la cucharilla de aceite de oliva virgen extra. Removemos con una cuchara y vamos desgranando con un tenedor (o con las manos como lo hacía mi abuela – es increíble lo bien que aguantaba el calor). Dejamos reposar 5 minutos tapado. Repetimos la operación dos veces más hasta acabar con toda la infusión. Al final de la operación, el bulgur tiene que estar hidratado y perfectamente suelto.
Preparamos las verduras
Lavamos los tomates y los cortamos en trocitos. Cortamos la cebolleta en brunoise. Exprimimos el limón para sacarle el zumo.
Mezclamos todo bien con el bulgur. Añadimos la canela, la sal y la pimienta.
En el último momento cortamos toscamente las hierbas. Añadimos las hierbas, un buen chorro de AOVE y removemos bien.
Guardamos en la nevera y servimos bien frío, por ejemplo con melón y sandía.
El toque del Gourmétier
♦ Es muy probable que no tengáis que echar todo el bulgur, aunque eso lo dejo a vuestro gusto. La particularidad del tabulé libanés es que lleva más hierbas y verdura que bulgur.
♦ Os aconsejo que echéis las hierbas aromáticas en el último momento, cuando vayáis a servir, para que mantengan la frescura. También es muy importante cortarlas con un cuchillo bien afilado y de una sola pasada (es decir no cortar varias veces los mismos trozos). De lo contrario, se oxidarán y se volverán negras.
♦ Existen otras versiones del tabulé, por ejemplo con pepino y aceitunas. También quedan muy ricas pero yo he hecho la receta de mi abuela porque me trae muchos recuerdos y además está buenísima.
Dedicado a mi abuela, a la que tanto echo de menos.
Fernando dice
Genial. ¡Bravo!
Pero me da la impresión de que la gran diferencia con el taboule que hago yo es el método de hidratación. Tu hidratas, yo cuezo, como si fuera un arroz.
Probaré a hidratar.
Gracias
Gourmétier dice
¡Gracias Fernando! En realidad, el bulgur es un producto precocido, por lo que no se tendría que volver a cocer, solo hace falta hidratarlo. ¿No te queda demasiado hecho? A mí me encanta que esté «al dente». Tras nuestra conversación en Messenger he editado mi publicacicón para que quede más claro. Yo siempre uso el bulgur fino para hidratar.
Fernando dice
No, no, para nada
Sale al dente. No le doy más de 10, 12 minutos y luego lo enfrío.
Probaré con algún otro y solo hidrataré 😉
Gracias
Mon dice
Me encantan estas recetas de transmisión, que vienen de lejos y más cuando esas personas fueron tan importantes e las vidas de sus sucesores. Bravo por tu abuela, qeu seguramente poco podía imaginar que su receta daría la vuelta al mundo con sistemas de comunicación que le parecerían marcianos. Me gusta tu idea de la infusión y probaré de hacer el tabulé, que por el resto lo hago igual que tú, con bulgur en vez de cus-cus como he hecho siempre. Aunque en los últimos tiempos lo estoy haciendo con cus cus irsraelí/Ptimin/kebuke ó cus cus perla, que me trajeron de Argelia precisamente y que es trigo también. Lo que pasa que se hierve, mientras que el bulgur se hace como el cus cús… así que .. tengo que probarlo.
Besos
Gourmétier dice
Estoy totalmente de acuerdo contigo Mon. Yo empecé el blog con la idea de que perdure la memoria de mi abuela y de mi madre, que son las que me enseñaron a cocinar y me transmitieron la pasión por la gastronomía. Y me hace muy feliz poder compartirlo. Un beso, y gracias por tu comentario.
Laura dice
No hay nada como los trucos de las abuelas y madres, Sylvain. Tienes un maravilloso legado, mi niño. Consérvalo porque esas influencias son, sencillamente, deliciosas. A mí me chifla esa cocina colorida, árabe, pero mestiza.
Con tu permiso, me llevo el truco.
Besitos
Gourmétier dice
Cómo me alegra que lo percibas así Laura. Es mi manera de que perdure la memoria de mi abuela y de mi madre, ambas fallecidas. Mil gracias. Te mando un abrazo enorme.
Annette dice
Hola Chef. Muchas gracias por compartir esta receta tan especual. Me encanta la ensalada de trigo, la zona de donde es mi madre en RD, tiene influencia turca y en casa nos encanta elnTipili como le llaman alla. Me guato mucho la idea de dejar el trigo en una infusion de menta en vez de agua clara. Next time hare su receta.
Best,
Annette
Gourmétier dice
¡Muchas gracias a ti por tu comentario Annette! Sí, la infusión de menta es un truco muy sencillo, pero muy efectivo. Con menta fresca también se puede, queda genial. Un abrazo.
Maria Esther Perez Iturbide dice
Muchas gracias por compartir tus recuerdos y amores.
Haré tu receta sin dejar de pensar en ellas. Bendiciones desde México.
Gourmétier dice
Con mucho gusto María, ¡un abrazo desde Madrid!
CATALINA FUENTESPINA dice
«… es muy importante cortarlas con un cuchillo bien afilado y de una sola pasada (es decir no cortar varias veces los mismos trozos). De lo contrario, se oxidarán y se volverán negras.»
Esto no lo sabía, gracias por tus consejos 😉
¿Qué cuchillo sueles usar para cortar verduras?
Gourmétier dice
Muchas gracias, me alegro de que este truco te sirva. Vale también para cualquier hierba aromática fresca. Lo importante es que uses un cuchillo de calidad bien afilado. A mí me encantan los cuchillos tipo japonés.
Blog de gastronomia dice
Me gusta tu receta, me encana cocinar .. y de verdad con todo lo que
esta pasando en estos dias, los cambios sobre nuestra forma de vivir
nos efectara mucho.. Tenemos que aprender a comer bien .. 😉 y
lo mas importante a preparar nuestros alimentos de la mejor forma ..
sige adelante publicando mas contenido como este..
somo muchos los que queremos mantenernos informados…
Muchos saludos desde Republica checa !
Gourmétier dice
Mil gracias por tu mensaje!
Maria Wendy dice
Hola; acabo de llegar y me encanta todo lo que he visto.
Te felicito por poner «El Taboule de mi abuela » porque es verídico, sin pretensiones de ser el auténtico. Rico debe de estar, así es que lo probaré .Algo diferente, es bueno cambiar de vez en cuando. Saludos y cuídate mucho.