Tarta fina de manzana

Qué difícil es encontrar una tarta de manzana buena, sin mucho azúcar, sin relleno pesado y sin cobertura artificial. Es de esos postres que siempre apetecen pero que no se suelen comprar por esas razones.
En Francia la tarta de manzana es muy popular. Es uno de los primeros dulces que me enseñó a preparar mi madre. Ella lo hacía con una base de masa sablée y le ponía una capa de compota de manzana y canela casera.

Y estaba muy buena la verdad, aún recuerdo el olor que desprendía el horno, del que no quitaba ojo por cierto.
Mi madre falleció cuando yo tenía 17 años y desde entonces me acuerdo de ella a diario. Hoy he querido rendirle un pequeño homenaje preparando esta deliciosa tarta fina de manzana.

Receta de la tarta fina de manzana

Está increíblemente crujiente gracias a una base fina de hojaldre (casero, por supuesto), ligeramente caramelizada con un delicado sabor a vainilla fresca y muy, muy ligera.
LA tarta de manzana definitiva que no puede faltar en vuestro recetario, os lo garantizo.

Ingredientes para 4 personas

• 250 g de masa de hojaldre
• 3 manzanas grandes (o 750 g)
• 50 g de azúcar
• 50 ml de nata líquida
• 1 vaina de vainilla

Cómo elaborar la tarta fina de manzana

Preparar la masa de hojaldre tal como lo explico en la receta de las Niflettes. También se puede usar hojaldre industrial.

Si se usa hojaldre casero, colocar una hoja de papel de horno encima de la bandeja, y extender la masa en forma redonda de un diámetro de unos 30 cm y de un grosor de unos 2 mm. Para obtener un círculo perfecto, se puede usar un aro para tartas (o un molde grande), colocarlo encima de la masa estirada y cortar la masa sobrante.

Pinchar toda la superficie de la masa con un tenedor para que se quede fina la masa durante la cocción.

Precalentar el horno a 210 ºC, con aire.

Pelar las manzanas y descorazonarlas. Cortarlas en dos. Colocar cada mitad encima de una tabla y cortarla en lonchas muy finas del mismo grosor. Proceder de la misma forma con todas las manzanas. Si se oxidan las manzanas, echar encima un chorrito de limón.

Colocar las láminas en forma de rosetón empezando a ras de la masa, hasta cubrir toda la superficie. Para el centro, se pueden cortar trocitos de manzana o realizar una rosa (ver receta de la Tarte aux pommes gourmande).

Cortar la vaina de vainilla en dos, recoger todas las semillas y esparcirlas encima de las manzanas. También se pueden mezclar con el azúcar.

Espolvorear con azúcar y añadir un chorrito de nata.

Repartir la vaina cortada en varios trocitos encima de la tarta y hornear durante 15 minutos.

Transcurrido este tiempo, bajar la temperatura a 190 ºC y seguir horneando durante 15 minutos.
Seguidamente, añadir otro chorrito de nata encima de la tarta y seguir horneando a 180 ºC durante 15 minutos más. En total hay que hornear la tarta durante 45 minutos.

Una vez la tarta hecha, sacarla del horno, colocarla encima de una rejilla y dejarla atemperar. Es mejor comerla templada y se puede acompañar con una cuchara de crème fraîche o con una bola de helado.

Os animo a que probéis esta receta, no os váis a arrepentir. ¡Y no dudéis en compartirla!

El toque del Gourmétier

• No hay un consenso sobre las mejores manzanas a utilizar para las tartas clásicas. He comprobado que se pueden usar muchas variedades, aunque las mejores son las Reinetas, las Golden y las Fuji.
  Elegid manzanas del mismo tamaño para que las láminas sean idénticas y para poder formar así un bonito rosetón. En esta receta, he mezclado las dos variedades que tenía a mano: Fuji y Golden.

• Siempre tengo hojaldre casero a mano. Es un poco laborioso de elaborar, pero se puede hacer en grandes cantidades y congelar. Si no queréis preparar vosotros mismos la masa de hojaldre, la podéis comprar ya hecha. En este caso, hay que leer bien las etiquetas y evitar comprar masas que contengan grasas vegetales hidrogenadas. La masa de hojaldre debe estar hecha con mantequilla. En Francia se puede pedir masa de hojaldre fresca en las pastelerías; nunca lo he visto en España, pero es cuestión de preguntar.